¿Recuerdas aquella noche?

¿Recuerdas aquella noche en la que fuimos campeones?¿Recuerdas aquella noche en la que tus lágrimas brotaron de tus ojos para descargar muchos años de sequía? ¿Recuerdas cómo saltabas cuando Luis Fabiano marcaba el primer gol en Eindhoven, el primer gol del Sevilla en tu primera final que vivías?

Han pasado 11 años desde aquel 10 de Mayo de 2006 donde el PSV Stadium se convirtió en un pequeño Ramón Sánchez-Pizjuán para llevar en volandas a aquel Sevilla que nos deslumbraba con ese empuje y hambre de títulos.

Ahora somos PENTACAMPEONES. Hemos conseguido superar en títulos a equipos como Juventus o Liverpool, y tan sólo once años.

Middlesbrough, Espanyol, Benfica, Dnipro y Liverpool han sido los que han caído por la hegemonía sevillista en esta última década prodigiosa. Y ahora el Sevilla se codea entre los grandes de Europa.

No debemos olvidar que hace unos 15 años estábamos subiendo de Segunda División con Joaquín Caparrós, que la lucha por los títulos era un sueño para otros y nosotros, afición y equipo unidos, hemos hecho realidad un sueño que finalmente, la realidad lo acabó superando.

Jugadores cómo Luis Fabiano, Kanouté, Renato, Javi Navarro, Puerta, Bacca, Gameiro, Coke o Mbia quedarán marcados para siempre en el sevillismo como los héroes de las cinco finales de UEFA/UEFA Europa League que el Sevilla y su afición no olvidará.

Haz que tu cabeza vuele a 4.000 kilómetros, a aquél estadio Nacional de Varsovia, para revivir el sueño de levantar otra vez esa copa que «nos cambió la vida», revive los penaltis de Turín cómo si estuvieras de nuevo en la grada comiéndote las uñas al ver al portugués para los penaltis como si de Palop se tratase. Porque los recuerdos son eternos y podemos darle al «play» siempre que queramos. Para eso, para recordar aquella noche, nace la revista PENTACAMPEONES, para que todos los sevillistas recordemos aquellas noches gloriosas en donde nuestro Sevilla se cubrió de plata y alzó al cielo, a los que no estaban en ese estadio, ni en sus casas, esa copa que tanto anhelaba el sevillismo.

Gracias Sevilla.

Ismael Molina